El cine español vuelve a impresionar al mundo con Por los pelos, la nueva comedia de Nacho Velilla que se estrenó en cines el pasado 12 de agosto.
Con un reparto espectacular y un guión para partirse de risa, Por los pelos son carcajadas aseguradas en un momento en que los injertos capilares y los viajes de turismo médico a Turquía están disfrutando de un mayor éxito que nunca.
La ocasión la pintan calva. Un reguetonero sin pelo, un cuarentón divorciado y un marido cuya mujer piensa que salir con un calvo la hace más vieja que una patas de gallo son los tres personajes alopécicos que han dejado a más de uno con dolor de mandíbula y agujetas en los abdominales de tanto desternillarse en su butaca.
Interpretados por Tomás Aguilera, Iván Armesto y Carlos Librado, y apoyados por las apariciones estelares de Amaia Salamanca y Leo Harlem, Por los pelos quizás sea la mejor comedia que ha visto el cine español desde Toc Toc en 2017, y son palabras mayores.
Por los pelos: nos vamos a Turquía
No hay duda de que en la época de la Instastory, los Tiktokers y el selfie, la alopecia es rehuida como si fuese la peste bubónica. Prueba de ello son los cientos de vuelos que cada mes despegan de Estambul plagados de cabezas vendadas con pequeños puntos rojos en la nuca, prueba infalible de cirugía capilar.
Es de esperar que el nuevo estreno de Nacho Velilla acabe siendo un éxito taquillero y dé el bombazo en buena parte del mundo. Aproximadamente 500.000 pacientes viajan a Turquía cada año para realizarse un trasplante capilar. Repitámoslo: 500.000 al año.
Esto quiere decir que la película va a encontrarse con un público vastísimo y muy variado que sabrá empatizar con la historia y el mensaje. Esto de por sí debió bastar para convencer a los productores.
Pero Por los pelos no ha venido para engañar ni decepcionar a nadie. Se trata de una comedia amena con su buen toque de moralidad, perfecta para disfrutar con los amigos o en familia, independientemente de la cantidad de pelo que tengan sobre sus cabezas.
Es un trabajo artístico bien conseguido que renueva un tema ya manoseado. Si bien la película se queda a medio camino entre la irreverencia y el mensaje pedagógico, con grandes actores y actrices y una dirección magistral, le arrancará sonrisas hasta a los espectadores más exigentes.
Tiemblen los hombres: La calvicie avanza
Más del 50% de los hombres han sufrido caida del pelo y cierto grado de calvicie para cuando cumplen los 50, y España está convirtiéndose en la meca del calvo a marchas forzadas. O eso parece cuando se pasea uno por las calles, en lo que podría ser uno de los países donde más alopécicos se cuentan entre las nuevas generaciones.
En suma, España sigue por detrás del Reino Unido, Italia, Alemania y Francia en lo que a viajes a Turquía se refiere. Pero también aporta su incesante reguero de pacientes al país del mediterráneo oriental.
¿Por qué este recorrido invertido de ruta de la seda? Los seguros médicos no cubren los costes de los trasplantes de pelo, que no suelen cobrarse a menos de 10.000€ en España, y además se cobran por unidad capilar, es decir, por número de cabellos.
En contraposición, un injerto capilar en Turquía supone una enormísima tentación para muchísimas personas con precios que rondan los 2000€ con alojamiento, chófer privado y todo incluido (lociones, champús, consulta, seguimiento durante 12 meses, tratamiento restauración del cabello y un largo etcétera.) Y sin contar pelos.
Así que, si tienes más entradas que El Corte Inglés o estás enteramente calvo, seguramente quieras ir al cine, liberar tensión y transformar la ansiedad en risas. Y de paso ver si te podría interesar un viajecito a Estambul, Turquía.
Soy calvo y no les denuncio Por los pelos
En un momento en que el deseo de agradar a todos actúa como censura, hasta en esferas tan tradicionalmente libres de prejuicios como el arte debe andarse con pies de plomo.
Está aún por ver si se alzarán voces detractoras contra Por los pelos, las más temibles se espera que provengan de los estratos menos peludo de la población mundial. Con la excepción de que, en este caso, los actores, actrices quizás no tengan que hacerle frente a una jauría organizada y militarizada.
Ante lo cuál se alza la pregunta: ¿estamos en los albores de lo que podría llegar a convertirse en una nueva comunidad calva?